AutoRadiografía de mi Espíritu (9)

ABRIL

¿Cómo acostumbro celebrar la Semana Santa?

¿Qué busco y qué trato  vivir en esta semana tan especial?

¿A qué doy más importancia de todas las celebraciones y actos que hay?

¿Soy consciente de lo que celebramos , que es lo más importante de la vida de Jesús y lo más trascendental para todos los hombres?

¿Me detengo a meditar despacio y detenidamente en los sentimientos de Jesús en su pasión, muerte y resurrección?

¿Cómo agradezco a Jesús todo lo que ha hecho por mí?

¿Cómo correspondo a todo lo que Jesucristo me ama y ha sufrido por mí?

En mis momentos de dolor y sufrimiento, ¿pienso en que Jesús ha sufrido mucho más y voluntariamente?

¿Soy consciente del valor que tiene el dolor aceptado y ofrecido con Jesús y unido a Él?

PALABRA DE DIOS

Mt. 20,28. Así como el Hijo del hombre no ha venido sino a servir y dar su vida en redención de muchos.

Lc.9,23. Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome cada día su cruz y sígame.

Hec. 4, 12. En ningún otro nombre nos ha sido dado bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos

Rom.5,8-9. Pero Dios probó su amor hacia nosotros en que, siendo pecadores, murió Cristo por nosotros.

Rom.8,2 El que no perdonó a su propio Hijo, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar con El todas las cosas?

Gal.1, 3.4. La gracia y la paz sean con vosotros de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados para librarnos d este siglo malo.

Gal. 2,20, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.

Gal 6,14. Cuanto a mí, no quiera Dios que me gloríe sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y so para el mundo.

Flp. 2,5-8. Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: . El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. . Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; . y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.  Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,  y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.