María no nos ha despedido nunca con las manos vacías.
María cambia los corazones tibios en corazones de amor.
Antes, solo, no podías… Ahora, has acudido a María, y, con ella fue fácil.
Yo no soy huérfano, no, mi Madre es Maria.
María es toda dulzura, misericordia y amor para nosotros; porque es nuestra madre
Tus palabras dicen lo que tienes en tu mente. Tus acciones dicen lo que tienes en tu corazón.
El sabio se hace con el tiempo, escuchando y aprendiendo.