Lo que podamos ofrecer a otro, aunque sea lo más sencillo, pero si se llena de amor, puede convertirse en el acto más grande.
La vida te pondrá obstáculos, pero los límites para superarlos los pones tú.
El que siembra vientos cosecha tempestades.
Sé luz que alumbre a los otros y gracias a ti puedan ver.
El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de la que dispone el mundo.
Cuando descubrimos nuestras faltas, Dios las cubre. Si las escondemos, Dios las descubre. Si las reconocemos, Dios las perdona y olvida…
Haz más caso a quien enseña, que a quien da órdenes.
No es la escuela sólo la que nos enseña, sino en gran medida la vida».
«No es que tengamos poco tiempo, es que lo perdemos con mucha facilidad”.